Amenaza Trump con respuesta militar contra Corea del Norte

La Jornada

Nueva York. Estados Unidos amenazó hoy con una respuesta militar a la exitosa prueba de un misil intercontinental por Corea del Norte el martes generando alarma mundial de una confrontación potencialmente nuclear.

En lo que es la primera crisis internacional enfrentada por el gobierno de Donald Trump -quien hasta muy recientemente afirmaba que el asunto de Corea del Norte era un problema esencialmente chino- los expertos coinciden en que no hay “buenas opciones”, con la militar hasta potencialmente catastrófica.

El gobierno de Trump convocó hoy, junto con Japón y Corea del Sur, a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas donde la embajadora estadunidense Nikki Haley calificó la prueba del misil como “una clara escalada militar” y advirtió que con ese tipo de acciones “están cerrando rápidamente la posibilidad a una solución diplomática”.

Anunció que Washington elaboraba una resolución para “elevar la respuesta internacional”, ya que han sido insuficientes la sanciones contra ese país, pero Haley reiteró que su gobierno está preparado para emplear todas opciones para defenderse, y “una de nuestras capacidades está en nuestras considerables fuerzas militares. Las usaremos, si tenemos que hacerlo, pero preferimos no proceder en esa dirección”.

A la vez, su jefe, el secretario de Estado Rex Tillerson, advirtió que cualquier país que esté apoyando a Corea del Norte, aun dando empleo a sus trabajadores huésped, está apoyando “un régimen peligroso”, subrayó que la prueba del misil incrementa la amenaza a Estados Unidos y sus aliados, y llamó a la comunidad internacional a “demostrar que hay consecuencias” para Corea del Norte si procede con su programa de armas nucleares.

Mientras tanto, como parte de la respuesta inmediata a la prueba del misil norcoreano, Estados Unidos realizó un ejercicio conjunto de misiles con Corea del Sur y el general Vicent Brooks, comandante de las fuerzas estaduidenses (38 mil tropas) en Corea, declaró que “el auto control, el cual es una opción, es todo lo que separa el armisticio y la guerra” (la guerra de Estados Unidos en Corea entre 1950-53 concluyó en un armisticio, y no con un acuerdo de paz).

Por su parte, Trump criticó a China por no hacer lo suficiente para presionar a Corea del Norte sobre su programa nuclear e indicó que estaba “evaluando” la relación comercial entre China y Estados Unidos. “Pues hasta ahí con China trabajando con nosotros -pero tuvimos que intentarlo”, escribió en un tuit al iniciar su viaje a Europa para asistir a la reunión del Grupo de los 20 en Hamburgo esta semana. Ahí se verá con su contraparte China Xi Jinping, también con los mandatarios de Japón y Corea del Sur. El martes envió un tuit aconsejando a China a que “hiciera una movida pesada sobre Corea del Norte y poner fin a esta tontería de una vez por todas”.

Aún antes de este último incidente, ante la percibida renuencia China a hacer lo que Washington deseaba, Trump ya había expresado su disgusto al aprobar una venta de armas de 1.4 mil millones a Taiwán, imponer sanciones sobre un banco chino y ordenar que barcos navales estadunidenses pasaran por aguas disputadas, entre otras cosas.

Mientras tanto, los medios alertaban aquí que el misil estrenado por Corea del Norte parece tener la capacidad de alcanzar a Hawaii o Alaska. Trump había declarado como presidente electo que no permitiría que Corea del Norte desarrollara un misil nuclear con capacidad de alcanzar parte de Estados Unidos -“no ocurrirá”, afirmó en un tuit el 2 de enero, ahora parece que ocurrió.

Trump reconoció en abril que tal vez no era tan sencillo lograr que China resolviera el problema que representa Corea del Norte como lo había afirmado durante su campaña y las primeras semanas de su gobierno, comentando a Fox News que después de que el presidente Xi le había “explicado miles de años de historia con Corea”, concluyó que “no es tan fácil… En otras palabras, no es tan simple como uno pensaría”.

Expertos, ex oficiales y comentaristas resaltaron durante estos últimos días que no hay una salida fácil a esta confrontación con más de medio siglo de historia. Algunos veteranos de política exterior, incluyendo el ex secretario de estado George Shultz y el ex secretario de Defensa William Perry, entre otros, han insistido -e incluso enviaron una carta a Trump recientemente- en que la “única opción realista” para evitar el uso de armas nucleares por Corea del Norte es la negociación.

La advertencia de Chomsky

Ante esta coyuntura, la advertencia urgente y repetida de Noam Chomsky en estos últimos meses de que, ahora con Trump al mando, las posibilidades de una guerra nuclear son mayores que en mucho tiempo, cobra más relevancia.

En comentarios recientes, incluyendo un diálogo publicado hoy en su edición digital en el New York Times, Chomsky ha insistido en que la guerra nuclear, junto con el cambio climático, son las dos “amenazas verdaderamente existenciales que enfrentamos”.

En el diálogo con el profesor George Yancy publicado hoy en el blog de filosofía del Times (The Stone), Chomsky indicó que acciones estadunidenses en Siria y la frontera rusa elevan la amenaza de confrontaciones que podrían detonar una guerra, “una propuesta impensable”. Agregó que la continuación de Trump del programa de modernización del arsenal nuclear “representa peligros extraordinarios”.

De hecho, Chomsky afirma que le preocupa un conflicto nuclear en estos momentos, y señaló que figuras como William Perry, el ex secretario de Defensa y estratega nuclear, también ha expresado estar aterrorizado, y lo cita declarando que “hoy día, el peligro de algún tipo de catástrofe nuclear es más grande que durante la guerra fría, y la mayor parte de la gente… no está consciente de este peligro”. Chomsky agrega: “Perry tiene razón de estar aterrorizado, y así deberíamos estar todos, y no menos por la persona con su dedo en el botón y sus socios surrealistass”.

Pero indicó que la acción ciudadana puede resistir este tipo de programas bélicos peligrosos, como “presionar a Washington a explorar opciones diplomáticas -las cuales están disponibles- en lugar de un recurso casi de reflejo a la fuerza y coerción en otras áreas, incluyendo Corea del Norte e Irán”.