López Obrador promete someter su presidencia a una consulta popular cada dos años

El País

CDMX.- Ya es oficial. Andrés Manuel López Obrador se ha convertido este viernes en candidato presidencial por tercera ocasión. El aspirante de la alianza Juntos Haremos Historia, que aglutina al izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con el conservador Encuentro Social y el Partido del Trabajo, ha acudido ante la autoridad electoral a registrarse para las presidenciales del 1 de julio. Ante sus simpatizantes, el político habló como si los comicios fueran un mérito trámite por cumplir. “Tengo una legítima ambición: Quiero pasar a la Historia como uno de los mejores presidentes de México”, dijo.

López Obrador recibió su registro como candidato de manos del Instituto Nacional Electoral (INE). Después hizo gruesos esbozos de lo que sería su Gobierno. El líder de Morena utilizó el tono conciliador que lo ha caracterizado en esta campaña y contrasta con el utilizado en sus intentos por hacerse en el poder en 2006 y 2012. “No habrá represalias, persecución o destierro. Lo que se necesita es justicia, no venganza”, dijo en respuesta al electorado que considera que debe sentar en el banquillo a funcionarios de la actual Administración de Enrique Peña Nieto. “Respetamos a quienes claman ‘ni perdón ni olvido’, pero no lo compartimos. Sin odio podremos caminar a una sociedad mejor. Que se olvide la odiosa venganza”, dijo al citar el himno del sureño Estado de Chiapas.

López Obrador dijo que no decepcionará a nadie si gana la presidencia y que someterá su cargo a una consulta ciudadana. “No traicionaré a la patria… Ofrezco el compromiso de someterme a la revocación del mandato cada dos años”.

El candidato de Juntos Haremos Historia adelantó la que será su primera reforma legislativa para “abolir fueros y privilegios” de la clase política. López Obrador ya ha dicho en sus giras que cancelará las pensiones que el Estado otorga a los expresidentes mexicanos. También agregó que, de ganar, enviará al Congreso una iniciativa para modificar el artículo 108 de la Constitución, que señala que el presidente solo puede ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común. “Vamos a enviar una iniciativa de ley… con el propósito de que el presidente pueda ser juzgado por delitos electorales y corrupción”.

Las ideas polémicas de la precampaña también fueron citadas esta tarde. Entre ellas la idea de una Constitución moral, una propuesta que nació en el registro de López Obrador como candidato de Encuentro Social, formado por grupos de evangélicos. “No es un instrumento jurídico”, matizó. “Es una expresión de los valores fundamentales que nos hermanan y sobreviven incluso tras la crisis que estamos padeciendo… Solo siendo buenos podemos ser felices”.

López Obrador lleva recorriendo el país de forma ininterrumpida desde su primera aspiración presidencial. El líder de la izquierda está por comenzar su tercera campaña en una posición inmejorable. Todos los sondeos lo colocan a la cabeza de la competencia con una holgada ventaja. En 2006 también lideraba y fue superado por Felipe Calderón. Hoy, en promedio, tiene una ventaja de 11 puntos porcentuales sobre Ricardo Anaya, el candidato de Por México al Frente, quien se encuentra enfangado en el segundo lugar entre sospechas de corrupción y su combate con el candidato oficialista, José Antonio Meade.

Por este motivo se le ve tan cómodo a López Obrador, quien este viernes habló como si ya hubiera triunfado en las urnas. Se dirigió a los suyos dando la espalda a una estatua del presidente Benito Juárez, una de sus influencias principales. “Aspiro a estar a la altura de Juárez. Aspiro llegar a la altura de [Francisco] Madero, el apóstol de la democracia y de un presidente popular y patriota como Lázaro Cárdenas”. También enunció su credo: “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. No obstante, la campaña electoral, de tres meses de duración, apenas está por comenzar.