México debe hacer más para frenar migración, demanda EU

La Jornada

Nueva York. México “necesita hacer mas”, afirmó este lunes el jefe de seguridad fronteriza estadunidense al elogiar las medidas “increíbles” del gobierno de Donald Trump en reducir el flujo migratorio en la frontera sur un día antes de la visita programada del canciller Marcelo Ebrard para rendir cuentas a la Casa Blanca sobre los esfuerzos mexicanos para frenar la migración a través de su país hacia Estados Unidos.

Mark Morgan, comisionado interino de la agencia federal de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP) del régimen de Trump, comentó en conferencia de prensa en la Casa Blanca este lunes que aunque las detenciones y rechazos de ingreso de migrantes en la frontera con México se desplomaron en 56 por ciento entre mayo y agosto, y aun reconociendo que el país vecino ha tomado “pasos sin precedentes”, aseveró repetidamente que “necesitamos que México haga más”.

Mas aún, aseguró que Estados Unidos continua discutiendo con México un acuerdo de tercer país seguro para solicitantes de asilo, eso a pesar de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha reiterado – incluso otra vez este lunes después de estas declaraciones – que eso es inaceptable.

Morgan confirmó que mas de 42 mil solicitantes de asilo no mexicanos fueron devueltos a México bajo el programa de “permanecer en México” (su nombre formal es: Protocolos de Protección Migrante).

Insistió que el desplome de 56 por ciento en el flujo de migrantes intentando llegar por la frontera sur de Estados Unidos se debe a que “el presidente [Trump] ha dejado muy claro que usará toda herramienta disponible para él y esta administración para abordar esta crisis sin precedente”.

Después de que Trump amenazó a Mexico con la imposición de aranceles si no frenaba el creciente flujo de migrantes que estaban llegando la frontera estadunidense y se negoció un acuerdo bilateral en junio que incluía el despliegue de la recién formada Guardia Nacional a puntos fronterizos como la ampliación del llamado plan de de “Permanecer en Mexico” a toda la frontera con México por donde Estados Unidos obligaba a solicitantes de asilo (no mexicanos) a esperar la resolución de sus casos, este martes altos funcionarios de ambos gobiernos se reunirán en Washington para evaluar los avances.

Morgan presentó cifras de que las detenciones de migrantes en la frontera -el medidor para calcular el flujo migratorio indocumentado- se habían desplomado de 132 mil 859 mil en mayo a 50 mil 693 mil mensuales en agosto, una reducción de más de 60 por ciento. Si se incluyen en estas cifras los inmigrantes que fueron declarados “inadmisibles” (o sea, rechazados pero no detenidos), en mayo hubo un total de 144, 255 y solo 64 mil 006 en agosto -un desplome de 56 por ciento.

El director interino de CBP tambien hizo eco de su jefe al afirmar que se están construyendo secciones nuevas del muro fronterizo (aunque por ahora sólo se han renovado barreras ya existentes) e insistió que “vamos a construir un muro en la frontera Estados Unidos-Mexico”. Aseguró que “es más que solo un muro, es un sistema de muro fronterizo”.

Enfatizó que “los expertos” han concluido que “el muro es absolutamente necesario” para asegurar la fronteriza sureña, y que “los expertos” afirman que los muros funcionan.

Algunos observadores señalan que la reducción significativa del flujo migratorio por la frontera y la negociación con el uso de amenazas comerciales con otro país será empleado como prueba del éxito de la estrategia de Trump y un triunfo político mayor que será empleado en su campaña de relección.

Nadie duda de que Trump, para sus fines político-electorales, necesita mantener en pie la idea de que existe una “crisis de seguridad nacional” en la frontera para continuar justificando el despliegue de fuerzas de seguridad y la construcción de su muro frente a la línea con México, y a la vez mostrar que sus políticas son efectivas para abordar esa crisis fabricada.

Para este gobierno, ese calculo político-electoral es el verdadero tema que estará sobre la mesa en la reunión bilateral programada para este martes en la Casa Blanca entre equipos encabezados por el vicepresidente Mike Pence de un lado, y el canciller Ebrard del otro, aunque todos pretenderán que están hablando sobre asuntos de seguridad fronteriza, migración y cooperación regional.