México, doble moral ante migrantes: AI

Reuters

CDMX.- Las órdenes sobre seguridad fronteriza del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las acciones de México y la negativa a dar asilo suponen un grave peligro para la vida de miles de migrantes, alertó hoy Amnistía Internacional (AI).

De unas 3 mil solicitudes de asilo aceptadas por México el pasado año, el 91 por ciento es de centroamericanos.

“Tiene una doble moral, critica cómo se trata a sus connacionales en Estados Unidos, y toma una dirección similar en el trato de las personas centroamericanas”, indicó Madeleine Penman, experta sobre México y autora del informe “Enfrentando muros. Violaciones de los derechos de solicitantes de asilo en Estados Unidos y México”.

En México, el 97 por ciento de los 147 mil 370 deportados son de El Salvador, Honduras y Guatemala, lo que según AI convierte al país en un “cómplice del control fronterizo de Estados Unidos” y da muestras de hipocresía.

El documento examina las implicaciones de la orden ejecutiva dictada por el Jefe de la Casa Blanca el 25 de enero de 2017, y que va más allá de un muro que, antes de construirse, es ya un ejemplo de “inhumana crueldad”, apunta AI.

Si la situación de alrededor de 450 mil personas que cada año huyen del Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) hacia México y Estados Unidos ya es difícil y peligrosa, esta podría empeorar con las nuevas medidas, denunció la investigadora.

“(Centroamérica) vive una crisis de refugiados y Trump implementa medidas inhumanas que tendrán un impacto grave en personas vulnerables.

“Con la Presidencia de Trump, se amenaza con crear una catástrofe de derechos humanos para personas solicitantes de asilo y refugio”, apuntó Penman, que durante varios meses estuvo documentando casos.

Algunos de ellos escandalosos, como casos de familias con bebés y niños que han permanecido encerradas más de 600 días en un centro de detención de migrantes -desde la Administración de Barack Obama- y, en general, la existencia de un “miedo patente” por parte de indocumentados que se sienten en un limbo.

El informe de Penman, a través de AI, se publica mientras Estados Unidos y México presiden en Miami una conferencia de alto nivel sobre seguridad y prosperidad en El Salvador, Honduras y Guatemala.

Desde estos países huyen la mayoría de los solicitantes de asilo recogidos en este estudio, que recuerda que buena parte del flujo migratorio está compuesto por personas que no solamente escapan por encontrar trabajo, sino de una violencia extrema. subrayó la autora.

Los migrantes ya no van en busca del “sueño americano”, sino huyendo de la criminalidad, la extorsión o la muerte.

Entre México y Estados Unidos se tramitaron el pasado año unas 90 mil solicitudes de asilo o refugio, pero la tasa de aceptación es mínima.

“En Estados Unidos, el reconocimiento de asilo a personas refugiadas es más baja en personas de Centroamérica que en otras nacionalidades”, remarcó la investigadora.

En 2016, 39 mil 881 personas del Triángulo Norte pidieron asilo en EU, y solamente se les concedió al 5 por ciento, aunque algunos procesos no han terminado.

El documento se elaboró durante más de un año en los países implicados, e incluye entrevistas a solicitantes de asilo, migrantes, funcionarios y entidades civiles.

Con él, AI no se opone al control de fronteras, y reconoce la decisión soberana de los Estados, pero pide controles en el marco de la protección de derechos humanos de personas refugiadas, cumpliendo con las normas internacionales.

“EU está construyendo un sistema cruel y hermético para impedir que gente que lo necesita reciba protección internacional, y México está demasiado dispuesto a desempeñar el papel de portero”, manifestó en un boletín Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, y calificó a ambas naciones de “socias en el crimen”.

El informe forma parte de una serie de acciones que realizará AI en estos días, como la presentación de una carta a los miembros de la OEA durante la Asamblea General que se celebrará en Cancún del 19 al 21 de junio, o la construcción de un “muro” en Ciudad de México.